Prólogo
Bobby Sands
desfallece el el muro: El
sacrificio de un mártir.
El primer poema de Carmen Berenguer, Bobby
Sands desfallece en el muro (1983), fue confeccionado artesanalmente por la
autora, quien mecanografió y empastó un número reducido de copias de este.
Carmen elaboró estos libros y los
dejó circular en grupos de lectores que, de mano en mano, compartirían sus
versos. El poema deja las manos de su autora cuando ella lo cede de manera generosa
y clandestina a sus lectores. El texto ha continuado circulando de diversas
maneras, y hoy vuelve a ella.
El Bobby Sands poético de Carmen Berenguer vuelve, una
vez más, articulado de manera artesanal, hecho a mano, desde la creatividad y
la resistencia al modelo de edición en serie que la editorial La Joyita
Cartonera expresa en la confección de sus únicos libros. Es decir, cada copia
de Bobby Sands desfallece en el muro en
su edición cartonera será singular e irrepetible. Es posible que la presentación
de esta edición de Bobby Sands desfallece
en el muro sea el primer lanzamiento oficial de este libro, luego de más de
treinta años transcurridos desde su primera producción autogestionada.
En mayo de 1981, en la cárcel de Maze en Belfast, Irlanda
del Norte, muere el activista republicano Bobby Sands. La causa de muerte fue por
inanición y las consecuencias de una huelga de hambre que empezó sesenta días
antes. La decisión de comenzar una hambruna voluntaria tiene su origen en las
condiciones en las que Sands y sus compañeros de lucha se encontraban dentro de
la prisión. Para Sands, su estatus como interno no era igual al de un
delincuente común, sino la de un prisionero político. La intransigencia de la
primer ministro británica de ese entonces, Margaret Thatcher, quien se negó
reconocer que los activistas norirlandeses estaban encarcelados por causas
políticas, generó la radicalización de las protestas al interior de la cárcel
de Maze, llevando a Bobby Sands a una huelga de hambre que culmina con su
muerte.
Al leer la prensa de la época en Chile, Carmen
Berenguer se entera de la trágica muerte del activista norirlandés. Impactada
ante su resistencia y voluntad de lucha, Berenguer toma lo que obtiene del artículo
que lee y comienza a articular a su propio Bobby Sands. Es sabido que el
activista escribía poesía y mantenía un diario, en el cual plasmaba sus
reflexiones y describía las torturas a las que era sometido diariamente. Sin
embargo, Carmen Berenguer accede a sólo un par de citas de la escritura de
Sands en aquel periódico de mayo de 1981. Sin mayores detalles, Carmen se
apropia de la voz de Sands y utiliza su llamado a escribir sobre las
“tribulaciones del hambre”. Para esto, Berenguer realiza una acuciosa
investigación sobre los efectos del hambre en el cuerpo humano desde una
perspectiva médica. El poema se configura como un diario de muerte, indicando
cada poema el día en el cual el Sands poético se encontraba en relación a su
huelga de hambre.
El detalle,
verso a verso, de cómo su Bobby Sands lentamente muere en cautiverio, en
sacrificio por una causa que cree justa, es una imagen que evidentemente cala
en la sociedad chilena. Esto no es sólo tomando en cuenta a los lectores de la
década de los ochenta, en un Chile gobernado por una dictadura militar, sino
que en su resurgir actual el texto sigue llamando a la resistencia. Si bien la
resistencia del día de hoy no es la misma de hace treinta años, pues se superó
al régimen dictatorial, hoy se resiste a los principios perversos del
capitalismo. Ese Bobby Sands poético que muere por sus ideales en el escrito de
Berenguer es aquel que, simbólicamente y en la actualidad, muere diariamente en
el encierro de la falsa idea de libertad que predica modelo económico impuesto
en dictadura.
La
muerte de Sands en el poema se va develando en reversa. A medida él deja el sustento
del alimento, su voz revela su lucha contra las condiciones de su cautiverio y
contra su propio cuerpo. Desde los labios, la boca, la garganta hasta el
estómago, el Bobby Sands de Berenguer establece un acto de habla en reversa,
hacia el interior, en oposición a sus vómitos por falta de alimentación. El
poema muestra de manera gráfica, en caligramas o graffitis en la página, la
pudrición del cuerpo, la desesperación, el encierro y la inminencia de la
muerte.
En visiones o alucinaciones, el Bobby Sands de Carmen Berenguer añora la
bandera de su “amada Irlanda” instalada en los acantilados. Visualiza campos de
maíz en los cerros. Desde su encierro, la voz poética enuncia una quimera por
la vida. Al soñar con las alondras, el Bobby Sands poético contempla la vida,
la libertad que él no tiene, pero que podría venir como consecuencia de su
lucha, de su sacrificio, en la emancipación que eventualmente gozarían los
suyos.
El día 44 de este diario de muerte enuncia el carácter
de la lucha de Bobby Sands en el poema:
Día 44
Entrego mi vida como una acción de amor
Me entrego a una agonía lenta
Como único modo de cambiar
la pólvora por jardines de paz
Como única forma de esperar la alondra
y nuevas primaveras
Como único sostén para limpiar
las heridas de Cristo torturado. (29)
Es un amor
incondicional lo que lleva a Bobby Sands a sacrificarse. Este amor responde a un
compromiso profundo con una causa y sus ideales. Su agonía y lenta muerte son
factores que dictan el ritmo de su resistencia en el poema. Berenguer utiliza
la palabra ‘agonía’ a propósito, pues esta implica que se está haciendo un
vínculo entre el sacrificio del activista y el de Cristo. Etimológicamente
hablando, la palabra agonía proviene de la raíz ‘agon’ del griego que se
refiere a una lucha mental y también física, en el sentido de lidiar con una
angustia o pasión, como fue en el caso de Jesucristo, descrito en los
evangelios.
Otro aspecto a considerar desde estas líneas, que
tiene directa relación con una lectura religiosa del sacrificio de Bobby Sands
en el poema, es que existe una enunciación de carácter trinitario en la
enunciación del hablante en la tríada de “únicos” establecidos en aquellas
líneas. Bobby Sands comprende que su sacrificio es la “única” forma de lograr
lo que busca. Así, él sacrifica su propia vida por el bien de otros, en un acto
de amor incondicional. La naturaleza trinitaria de la inmolación de Bobby Sands
se puede comprender en primera instancia como un sacrificio para encontrar la
paz, tomando en cuenta que su muerte tendría un significado que trasciende el
conflicto con el Reino Unido liderado por Thatcher, y que resolvería su
activismo independista en Irlanda del Norte, para finalmente lograr que Irlanda
sea una sola. Es claro también que, desde una perspectiva chilena, el poema se
refiera a la añoranza del fin de la dictadura de Pinochet.
En segundo lugar, su
sacrificio anticiparía tiempos
mejores, de libertad y una nueva vida para su causa, estos en el símbolo de la
alondra y de la primavera comprendida como una renovación de la naturaleza y de
una gran esperanza. Al final de la cita, el Bobby Sands de Berenguer se refiere
a sí mismo como el sostén de Cristo mientras este es torturado. El hablante del
poema entra a la historia de la pasión de Cristo, resiste sus dolores con él y
limpia sus heridas tal como lo hiciesen Nicodemo y José de Arimatea de acuerdo
al Evangelio de San Juan. El Bobby Sands poético se une a Cristo, formando un
ser con él. Esto pone de relieve que Sands en el poema se convierte en un
agente catalizador del amor en su lento camino a la muerte por inanición y así
se convierte en un mártir norirlandés, luchando por la paz. El sacrificio de
Sands en el poema puede comprenderse desde una perspectiva chilena ya que hace
referencia a todos aquellos que fueron víctimas de tortura y abuso, y que, pese
a ello, permanecieron fieles a sus principios. Cada víctima de tortura en Chile
durante la dictadura de Pinochet pudo haber sido otro Bobby Sands en agonía.
Tal como él, esos prisioneros chilenos fueron encarcelados por pensar distinto.
El acto de amor a través del cual el Bobby Sands del poema sacrifica su propia
vida por una causa trae imágenes de terror y dolor, así como establece de
manera clara que ningún sacrificio es posible sin agonía.
El poema Bobby
Sands desfallece en el muro de Carmen Berenguer es un homenaje a un
activista que ocupó su sacrificio como ejemplo. El Bobby Sands histórico no
luchaba porque su encarcelamiento estuviese fuera de la ley o porque solicitase
su libertad inmediata. El problema fue la categorización de su encierro. Bobby
Sands resistió con toda su vida y murió luchando por ser reconocido como un
prisionero político. El Bobby Sands que
Carmen Berenguer articula reconoce al Bobby Sands histórico y lo eleva a la
categoría de mártir, lo que muestra un gran respeto por todos quienes deciden
permanecer fieles a sus ideales. Carmen Berenguer abraza y exalta a todos
quienes lucharon contra la dictadura y que, desde el encierro, resistían
embates ideológicos y físicos que eran las torturas a las que se veían sometidos.
Este poema es el primer trabajo publicado por Carmen
Berenguer. La calidad de sus tercetos y sus juegos con las estructuras
gramaticales y sintácticas más allá de ser claros ejemplos de la habilidad de
su pluma, dejan en claro que la resistencia y la subversión se llevan a todo
nivel. Carmen Berenguer desafía al lenguaje y a la convención clásica y
canónica de hacer poesía. Este libro augura que la obra de Carmen Berenguer es
y será potente, y que su voz poética se ha establecido como una de las más importantes
de la poesía de chilena de mujeres. Carmen y su obra merecen todo tipo de
atención y reconocimiento.
Es importante reflexionar en torno a la forma en que
este texto ha sobrevivido y conmovido a tantos lectores y lectoras. Esto es
señal de que Bobby Sands desfallece en el
muro trasciende a su propia época. Es de ver las reacciones a este poema
desde una lectura transatlántica, desde la raíz que motiva la existencia de
este libro, en Irlanda. Quién sabe, tal vez más temprano que tarde, el Bobby
Sands chileno vuelva a su amada Irlanda y a sus acantilados.
Noviembre 2015
Bárbara
Fernández Melleda
PhD
candidate in Hispanic Studies
University
of Edinburgh
Comentarios
Publicar un comentario