Presentación del libro juntas y revueltas
Muy buenas tardes a todos:
Comienzo
con un verso de las autoras:
Escribo,
Vivo el inicio de un verso
Revivo
La hoja (blanca) se inserta en mi ser
Recorre mis venas, mi sangre, cada página de mi cuerpo.
Vivo el inicio de un verso
Revivo
La hoja (blanca) se inserta en mi ser
Recorre mis venas, mi sangre, cada página de mi cuerpo.
Nos reunimos el día de hoy para celebrar el lanzamiento
cartonero del poemario “Juntas y Revueltas” de Liz Gallegos y Victoria Ramírez.
Primero que todo, debo agradecer la invitación de la editorial “La joyita
cartonera”, especialmente a Elizabeth Cárdenas, quién ha sido una de las
gestoras del evento y me ha solicitado ser parte de esta celebración.
Cuando leí “Juntas y Revueltas” por primera vez, me llamó
mucho la atención su título; pues Juntas sugiere comunidad, lo femenino y
unión. Revueltas; explicita subversión, anarquía y revolución. Este acto de
disidencia que se proyecta desde el título se vuelve materialidad cuando se publica
este ejercicio escritural creativo en papel. Estamos en presencia de la segunda
edición de esta obra y este acto se vuelve múltiple. Cada poema se actualiza y se
renueva con la lectura de cada uno de los nuevos lectores.
Este texto se compone de 9 apartados; amor, angustia,
arte poética, ausencias, dolor, erotismo, Lucy, melancolía y versiones. Títulos
heterogéneos para una mixtura atractiva y desafiante, que rompe en nuestra
escena literaria con gallardía y fuerza. En cada uno de estas secciones
nuestras autoras dialogan y exponen de manera sencilla y honesta las
emocionalidades y reflexiones en torno a temáticas como la cuestión humana, las
relaciones sociales y amorosas, el ser sujeto femenino, la relación con la
naturaleza y el quehacer artístico de hoy en relación a relecturas de cánones
pasados. Muchas temáticas que discutir y analizar, todas muy interesantes. Sin
embargo, en honor al tiempo y a la relevancia del tema, en los tiempos
actuales, durante esta presentación exploraré uno de los leitmotiv que me
parecen centrales: el cual nos habla acerca de las relaciones amorosas y las
problemáticas del sujeto femenino en el contexto falogocéntrico y patriarcal de
nuestra sociedad actual.
Cuando comenzamos a hablar de literatura chilena creada
por mujeres en el siglo XX, pensamos inmediatamente en grandes autoras como
Marta Brunet, Gabriela Mistral, María Luisa Bombal, entre muchas más. Imaginamos
las dificultades burócratas y escriturales que tuvieron que sortear para
comenzar a publicar y expandir su voz y sus palabras. A pesar de que nuestros
discursos en la actualidad se encuentran mucho más empoderados por figuras
femeninas (tenemos una presidenta gobernando nuestro país), existen ciertos
discursos que aún se encuentran marcados por aquél machismo añejo y autoritario
que gobernó todos los ámbitos de nuestra sociedad, desde inicios de nuestra
nación. ¿A qué me refiero?
Hablo de problemáticas en torno al cuerpo y la sexualidad
de la mujer, el poder de la palabra y la apertura editorial para su publicación.
“Juntas y revueltas” es un libro que aparenta inocencia. Sin embargo, aquél
rasgo no lo tiene por ningún lugar. Lo podemos manifestar desde diversas
perspectivas, pero es evidente en los apartados del texto, que han sido
titulados: amor, angustia, ausencias, dolor, erotismo y melancolía. En estas
secciones las autoras trabajan la interioridad del sujeto femenino, a través de
diálogos marcados de un temple desafiante y reflexivo, con una actitud atrevida
e inquieta que critica la posición de la mujer dentro de los espacios
culturales, eróticos y sexuales que han sido propuestos por esta sociedad.
Los cuerpos de estas sujetas poéticas desean hablar y lo
hacen con fuerza: /Yo quiero, como tú! Recorrer tu espalda/ Vagar en tus
vellos; silenciosa/ Oler el semen derramado en mi vientre/ Derramado en la
tierra/ Derramado en silencio/ Seducidos por el canto de los cuerpos/ Fatigados
de placer. (De Yo quiero como Tú, de Liz Gallegos). La fuerza y latencia sexual
del cuerpo femenino está articulada desde el emparejamiento del poder. No se es
un sujeto pasivo en la relación sexual, por lo contrario, la hablante lo busca,
lo desea y lo ejecuta. Desde la voz de Victoria, se enuncia un trabajo con el
deseo desde el despertar de la inocencia primera: Quisiera ser como esa luna/ Y
que esta noche mires y admires mi resplandor ansioso por descubrir tus labios/ Por
disipar las sombras de tu mirada con caricias estelares.”. La petición abre el
comienzo de la ejecución del acto amoroso. Las hablantes femeninas en este
texto no reciben, sino todo lo contrario, solicitan y actúan, con vehemencia y
seguridad. Dejando de lado cualquier atisbo de duda y temerosidad. Apartando la
sumisión del discurso patriarcal, toman la palabra, sin permiso, y hacer carne
y letra los pensamientos antiguamente destinados a la soledad del diario de
vida en la oscuridad de la habitación de la mujer.
El tomarse la página en blanco con un ejercicio literario
creativo y dialogar corporalmente hace que este texto abra el espacio letrado
femenino, antes solo disponible para escritoras manipuladas, censuradas y
restringidas por la voz machista de un editor. En este texto hay espacio para
hablar de todo, sin miedos ni tapujos, solo con energía, apertura, criticismo y
opinión.
El gesto del proponer esta nueva edición en un formato
cartonero habla de lo mismo, del quiebre de los grandes grupos editoriales
lucrativos, y la apertura a las nuevas microeditoriales que abren el paso al
trabajo de los nuevos materiales y los nuevos formatos.
Con orgullo, entonces, les presento Juntas y Revueltas,
un poemario honesto y real, en el que se conjugan de manera sincera los ensayos
y errores de las poetas emergentes que ya no quieren silenciar su interioridad
y trabajarla solo desde los talleres literarios, ya es hora que el espacio
artístico y cultural se abra a nuevas generaciones, este es el primer paso para
hacerlo.
Muchas gracias.
Alejandra Águila-
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